Ciertamente, la compactación de suelos entra en la categoría de tareas "aburridas". El trabajo de un compactador es ir sobre el mismo trozo de suelo una y otra vez. El compactador debe mantener una trayectoria establecida con solapamientos predeterminados entre una pasada y otra para ofrecer un suelo consistentemente compactado.

Para los operadores, la repetición a lo largo de todo el turno laboral puede rápidamente desafiar su concentración. Sin embargo, para una máquina autónoma, es una aplicación ideal:

• una máquina autónoma seguirá de manera precisa el plan de compactación, hora tras hora.
• Puede planificar por anticipado de acuerdo a un plan digital del sitio, o el personal del sitio puede simplemente identificar un número de posiciones de GPS para establecer los límites de la compactación. 
• Estas posiciones las puede establecer otra máquina, la cual puede simplemente tocar un punto en el suelo para registrar y transmitir coordenadas GPS al compactador.

Una de las tecnologías en las que está trabajando Caterpillar es un sistema líder/de seguimiento que empareja un compactador de suelos autónomo con un tractor topador controlado de manera remota o por un operador. Una vez que el tractor topador haya terminado una sección de nivelación, el operador activa el compactador para comenzar a trabajar en esa sección.

Ahora el operador puede pasar a nivelar la siguiente sección del sitio mientras el compactador se encarga de lo suyo. El único momento que el operador del tractor topador debe atender al compactador será cuando pida asistencia.

MANEJO DE UNA APLICACIÓN POLVOSA DE CENIZA FINA

Existen muchos trabajos que entran en la categoría de "sucios", pero uno de los trabajos más sucios debe ser limpiar la ceniza fina de la parte inferior de la caldera de una planta de energía eléctrica. Cuenta con todos los elementos de una aplicación de pesadilla:

• El operador de un cargador tiene que entrar a un espacio oscuro para sacar la ceniza fina, la cual luego se usa en plantas de cemento.
• El polvo es tan fino que el trabajo no puede comenzar hasta una semana después de que la ceniza haya salido de la caldera.
• Una vez que el polvo se haya asentado, los operadores deben trabajar en una cabina sellada y presurizada para mantener fuera el polvo.
• Deben mantener contacto en todo momento con el personal de seguridad que está fuera del área de trabajo.

Los beneficios de mantener al operador fuera de la cabina en esta situación son obvios. Trabajar desde una estación de operación cómoda, limpia y en interiores que pueda estar a millas de distancia haría el trabajo mucho más seguro y sencillo.

Eso nos lleva a la última palabra: distancia. La tecnología de comunicación de datos actual le permite a un operador manejar una máquina de manera remota desde prácticamente cualquier parte del mundo. Elimina los largos desplazamientos hacia sitios laborales remotos, permite a los empleados vivir donde lo deseen y les permite cambiar entre una máquina y otra y/o entre sitios de trabajo en segundos.

ELIMINAR PELIGROS DE LAS TERMINALES DE BARCAZAS

La distancia juega un papel en la última aplicación que analizaremos, pero esa es la única parte de la historia.

Associated Terminals, una empresa de administración de terminales de barcazas, cuenta con un número de terminales de descarga que se expanden a lo largo de 120 millas de la ribera del Mississippi. Al ubicar una estación de operación remota en una ubicación central, sus operadores de equipos no tienen que viajar río arriba y río abajo entre una terminal y otra. Sin embargo, el mayor motivador en el movimiento de la empresa para adoptar equipos a control remoto fue la seguridad de los operadores.

La aplicación implica bajar cargadores de ruedas compactos, tractores topadores y excavadoras hacia las bodegas de las enormes barcazas de río. La tarea del operador es reunir material suelto para que las grúas pórtico puedan descargarlo. Es un trabajo que acumula una variedad de peligros, uno sobre otro.

• Simplemente abordar una barcaza anclada a una corriente en movimiento ya implica sus propios riesgos, incluyendo el hundimiento.
• Una vez a bordo, los operadores hacen descender una grúa pórtico por tres niveles hacia la bodega; una situación perfecta para lesiones por tropiezos y caídas.
• Las bodegas de las barcazas son profundas, húmedas y oscuras. También pueden ser insoportablemente calientes en el verano y demasiado frías en invierno, incluso en el extremo sur.

Usar equipo a control remoto y colocar a los operadores en un entorno con clima controlado y a millas de distancia ofrece una solución ideal.