Una leyenda local en acción: El ascenso de Gilberto Scheidt, el “Manos de Hada”


Después de que fuertes inundaciones azotaran un municipio vecino al suyo en Brasil, Gilberto Scheidt y su equipo fueron convocados para apoyar en las labores de recuperación. Las carreteras habían sido arrasadas por el agua, los árboles arrancados de raíz, y se estimaba que tomaría al menos una semana restablecer el acceso y la energía eléctrica en la zona. Pero Gilberto y su equipo trabajaron durante toda la noche y, al día siguiente, ya habían construido un puente provisional y restablecido el suministro eléctrico.

Mientras movía enormes rocas con una precisión impresionante, un reportero local comentó: “Parece que tiene manos de hada.” El apodo pegó — y Gilberto se convirtió en un héroe de la comunidad.
 

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El nacimiento de una leyenda

Pero no siempre fue así. Gilberto no comenzó su camino siendo admirado. De hecho, a los 14 años fue despedido de su primer trabajo. Aun así, nunca abandonó su sueño de convertirse en operador de maquinaria. Dos años después, fue recontratado por la misma empresa. Cuando el antiguo capataz se le acercó, Gilberto pensó que lo despedirían otra vez. En cambio, recibió un elogio que nunca olvidaría: “En todos mis años, nunca vi a nadie hacer una zapata como tú.”

Con el tiempo, sus habilidades crecieron — y sus sueños también. Siempre fue fanático de las máquinas Cat® y soñaba con tener las suyas propias. En 2020, ese sueño se hizo realidad con la compra de su primera máquina Cat. Ya esperaba calidad, pero no imaginaba el nivel de compromiso que tendría su distribuidor local con su trabajo. “Son como una familia”, dice. Incluso llama al gerente del concesionario “papá”, con cariño.
 

El Desafío Global de Operadores Cat®

Ese apoyo fue clave para que Gilberto se animara a dar un paso aún más grande: participar en el Desafío Global de Operadores Cat 2022–2023. Estaba nervioso con la idea de competir y casi se echó atrás la noche anterior. Decidió ir, pero pidió a su familia que no lo acompañara — temía ponerse más nervioso si sabía que lo estaban mirando.

Pero en la pista, los nervios no se notaron. Gilberto no solo ganó la competencia, sino que completó el recorrido mucho más rápido que los demás participantes.

Su esposa e hijos estaban escondidos entre el público. Cuando ella se dio cuenta de que él iba en primer lugar, se acercó al locutor con un pedido especial: “No sé si va a ganar, pero si gana, por favor llámelo ‘Manos de Hada’. A él no le gusta mucho, pero es famoso por eso.”

Hoy, Gilberto admite que ya se acostumbró al apodo — lo cual es bueno, porque es reconocido con frecuencia en su comunidad. De adolescente subestimado a campeón regional del Desafío Global de Operadores Cat, la historia de Gilberto Scheidt, el “Manos de Hada”, nos recuerda que la grandeza no es algo con lo que se nace — se construye, una piedra perfectamente colocada a la vez.

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